Respiratorio: bronquiolitis, broncoespasmos, hiperreactividad bronquial, tos persistente, rinitis.
Digestivo: reflujo gastroesofágico, vómitos frecuentes, diarreas agudas o persistentes, retraso ponderal, escasa ganancia de peso.
Nefrourológico: reflujo vesicoureteral, infecciones de orina, alteraciones del control de esfínteres, enuresis, sinequias vulvares, fimosis.
Piel: exantemas, erupciones, dermatitis, manchas en la piel